Apertura binacional del 1º de enero: ¿desencadenará posible repunte del robo de vehículos?


Los gobiernos de Venezuela y Colombia acordaron autorizar la libre circulación de vehículos entre el estado Táchira y el departamento Norte de Santander a partir del 1 de enero de 2023, una noticia que era esperada por los habitantes de ambas regiones y con la cual se alcanza la anhelada apertura plena de la frontera nacional, tras intensas gestiones que se iniciaron una vez que Gustavo Petro asumió como Presidente del vecino país.

Estarán abiertos al tránsito automotor -que incluye además de automóviles particulares, unidades de carga y de transporte público-, los puentes Simón Bolívar, Francisco de Paula Santander, Tienditas y Unión, que comunica a Boca de Grita con Puerto Santander, completándose así una de las etapas fundamentales en la hoja de ruta hacia el restablecimiento pleno de las relaciones entre ambos países.

El anuncio se da pese a que aún no está claro cuál ha sido el curso de las negociaciones para acordar puntos en común sobre temas como el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT) y la revisión técnico mecánica, requisitos legales que deben cumplir todos los automóviles que circulan en la vecina república y que también aplica para las unidades que desde Venezuela se desplacen a dicho territorio. Se espera que antes del 1 de enero este tema esté plenamente definido.

Sin embargo, es muy poco lo que se ha hablado de la seguridad y los mecanismos de control que serán adoptados una vez que los vehículos de ambos países empiecen a circular por los puentes binacionales. Indiscutiblemente este hecho traerá un impacto enorme en una frontera que, en teoría, estuvo cerrada varios años, lo que a su vez facilitó la intensificación de las actividades en los pasos clandestinos, conocidos también como trochas.

Las trochas y buena parte del intercambio comercial fronterizo han estado controlados por años por grupos criminales de toda naturaleza, que impusieron su régimen de pagos y extorsiones a las personas que usaban estos corredores para transportar mercaderías en ambas direcciones. De igual modo eran -y aún lo son- un canal para actividades criminales como tráfico de personas, y transporte de drogas, de combustibles, de armas y múltiples negocios más al margen de la ley.

El crimen organizado muta y se adapta

El robo y extracción de vehículos fue uno de los delitos que por décadas azotó a las poblaciones de ambos países. En la década de los 80, una lista que recogía los datos de más de 80 mil automóviles venezolanos que permanecían en Colombia tras ser hurtados en nuestro país, fue hecha pública, tras ser elaborada de manera conjunta por autoridades de ambas naciones y empresas de seguros. Su divulgación fue un escándalo. La mayoría de estos carros estaban en condición “legal” y portaban placas de identificación colombianas.

La política de "internación" de Iván Duque condujo a la legalización de miles de 
vehículos hurtados en Venezuela y llevados ilegalmente a Colombia

Más recientemente, durante el gobierno de Iván Duque, Colombia adoptó un proceso de “internación” de automóviles venezolanos, mediante el cual se legalizaron unas 50 mil unidades llevadas desde nuestro país, por distintas vías. El único requisito que las autoridades exigían para su “internación”, era que éstas hubiesen ingresado a su territorio antes de agosto de 2015, fecha de interrupción de las relaciones entre ambas naciones. Sin embargo, miles de carros que fueron llevados a través de las trochas tiempo después de los lapsos establecidos, fueron legitimados gracias al proceso de “internación”.

Lo demás es conocido. El decreto del gobierno de Duque no exigía que la propiedad del vehículo y su estatus legal fueran verificados en los sistemas del INTT, del CICPC o del Saren venezolanos, y su argumento para esta omisiva y cómplice disposición era que no había cooperación institucional por parte de las autoridades venezolanas, lo cual era absolutamente falso. Así, bajo la modalidad de “internación”, fueron legalizados miles de autos robados en nuestro país y muchos más involucrados en numerosos hechos ilícitos, que habían ingresado ilegalmente a Norte de Santander y Arauca.

De otro lado, autoridades de Colombia han reportado hurtos de vehículos en su jurisdicción, en especial motos, muchas de las cuales, según han expresado a través de fuentes oficiales y medios de comunicación, han sido detectadas circulando en municipios venezolanos, luego de ser trasladadas por grupos criminales a través de las trochas. Esta situación ha llevado a la realización de un trabajo conjunto y la cooperación de sus similares venezolanos para realizar labores de inteligencia y proceder a  la ubicación de dichas unidades.

Si bien es cierto que la dinámica binacional es distinta a la de años anteriores, también lo es que la impunidad con la que los vehículos de procedencia dudosa son legalizados y comercializados en el vecino país, hace que la extracción de unidades hurtadas en nuestro territorio siga siendo un negocio atractivo para actores criminales. Así que la posibilidad y el riesgo deben ser considerados.

Y esto deber generar un alerta entre las autoridades y los organismos de seguridad venezolanos, ya que, como hemos explicado, la reanudación del tránsito vehicular binacional puede significar a su vez la reactivación de las mafias locales y sus ramificaciones, que en buena medida se dedican al hurto de automóviles para picarlos y venderlos en el mercado nacional de piezas y repuestos.


Estamos hablando de una modalidad criminal que durante décadas ha generado multimillonarios recursos a organizaciones delictivas de ambos países y que muy probablemente fijarán su mirada en esta nueva “oportunidad” que el libre paso por los cuatro puentes les brinda. El crimen organizado también muta, se adapta y da giros en su plan de “negocios”. Así que no debe extrañarnos que el 1 de enero de 2022 ya esté marcado en su agenda. Por ello toda la ciudadanía y en especial los cuerpos de seguridad del Estado, deben estar atentos ante este posible escenario.

Luis Padilla Niño



Comentarios

  1. el fin del mundo como esta se acerca.. Y Dios acabará con la escoria.. Chávez vive el peo sigue siendo en revolución

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