¿Vuelve la violencia a los estadios venezolanos?


Pese a que las restricciones para el ingreso al estadio Olímpico de la Ciudad Universitaria, para presenciar el juego entre el Caracas F.C. y el Deportivo Táchira contemplaban un ingreso máximo del 40% de la capacidad de la instalación, la violencia promovida por fanáticos desbordados dejó a varios asistentes con heridas de consideración, así como el robo de sus pertenencias.

Según han denunciado varios afectados –la mayoría fanáticos tachirenses- en las redes sociales, la presencia de las barras “gochas” que viajaron desde el estado Táchira para presenciar el clásico se cumplió en total clima de paz, en un área específica y delimitada en el graderío. Sin embargo, hubo agresiones de diversos tipos incluso contra asistentes que no hacían parte de las barras.

Las personas agredidas ayer denuncian que las fuerzas de seguridad estaban en el campo y en el área externa del estadio, pero no en las tribunas

"Por el simple hecho de ser tachirenses", como lo narró Javier Fernández desde su cuenta en Instagram @javierantonio64, hordas poseídas por el furor del resultado final del clásico, en el que los “rojos del Ávila” resultaron victoriosos, arremetieron violentamente contra quienes consideraban sus "enemigos", golpeándolos e incluso arrebatándoles bienes como sus celulares.

Javier resultó con dos costillas rotas y fractura de su nariz. Otro joven que se encontraba en el mismo grupo, también fue agredido salvajemente hasta ocasionarle herida abierta en el rostro que ameritó cuatro puntos de sutura, así como múltiples contusiones en varias partes del cuerpo. Sumado a esto, los agresores le robaron sus pertenencias.

"El clásico", ganado por el onceno capitalino, estuvo acompañado por inesperados brotes de violencia

Todo esto ocurrió por el ineficaz esquema de seguridad planteado por la Policía Nacional Bolivariana, que permanecía en el campo y en las áreas externas del estadio, pero no en las tribunas, donde se concentran los fanáticos. Según narran los afectados, las primeras agresiones se produjeron en la propia tribuna, posteriormente, una vez concluido el juego, hubo más ataques violentos en las áreas externas del coso capitalino.

Las primeras víctimas de las hordas debieron huir de las gradas para buscar ayuda, sin embargo, según los afectados, los agentes policiales, que estaban del lado de afuera de la instalación, se limitaron a decirles que no podían hacer nada.

Lo ocurrido ayer en el estado Olímpico debe ser analizado y revisado profundamente por la FVF y por la Liga de Fútbol, de manera que se tomen medidas acordes con lo que debe ser el esquema de seguridad de un evento deportivo de esta naturaleza, que en otras oportunidades ha desencadenado  acciones violentas de mayor calado.


Los hechos del pasado domingo pudieran constituir caldo de cultivo para acontecimientos posteriores, habida cuenta que la segunda fase del torneo venezolano apenas comienza y los equipos, sus barras y sus seguidores empiezan a retomar su agenda de viajes para respaldar a sus clubes.

¡No se puede permitir que la violencia retorne a los estadios venezolanos!


Fotos: Cortesía


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