En Táchira venimos del futuro; aquí no se surte gasolina por placa sino por "terminal de chip"

 

En sus tiempos de gobernador del Táchira, el dirigente chavista y actual candidato a diputado de la AN por el estado Carabobo, José Gregorio Vielma Mora, llegó a afirmar que, según datos oficiales que manejaba, cada mes se iban de contrabando a Colombia, sólo desde el Estado Táchira, unos 27 millones de litros de combustibles. Como aditivo, el exmandatario afirmó que la mayor cantidad de esa carga salía por la zona norte del estado Táchira, con “la complicidad de unos traidores de la patria”. 

Desconocemos si la afirmación del exgobernador tachirense y ahora dirigente y aspirante a parlamentario carabobeño fueron verificadas por órganos técnicos de seguridad y si hubo algún proceso judicial para investigar y encarcelar a los “traidores” que, según Vielma, en ese momento permitían que tanta gasolina producida por Pdvsa pasara de contrabando hacia territorio colombiano. 


Estos cuadritos los publica diariamente la Mesa de Combustibles existente en Táchira desde hace varios años. Los divulgan en Twitter y en Telegram entre las 3 y las 5 de la madrugada. Es una suerte de loteria. A esa hora los tachirenses se enteran en qué estación de servicio de su municipio venderán gasolina ese día

En todo caso, lo pertinente para efectos de lo que acá tratamos de explicar es que por años los tachirenses han cargado como una cruz el estigma de ser la región por la que sale la mayor cantidad de gasolina y diésel hacia Colombia, tanto por los municipios fronterizos de Ureña y San Antonio, como por la zona Norte del estado. 

La mayor industria regional 

Lo que parecía un secreto a voces quedó evidenciado al arreciar la crisis económica de los últimos años, con la que llegó la hiperinflación, la acelerada devaluación del bolívar, la dolarización de la economía, la escasez de alimentos y medicinas, el cierre masivo de empresas, la disparada del desempleo y, en líneas generales, la mayor crisis económica que se ha vivido en nuestro país en muchos años. 

Con el panorama antes descrito, vino el éxodo masivo de millones de venezolanos hacia naciones vecinas y a otras más lejanas. El “rebusque”, el “bachaqueo”, los negocios vinculados a la compra y venta de divisas, el contrabando hacia y desde Colombia y, naturalmente, la extracción de combustibles hacia el vecino país, surgieron como piezas ya no tan secretas o clandestinas de una economía que hacía aguas y una población que desesperadamente buscaba – y aún lo hace- sobrevivir a tantas limitaciones.

Desde hace variios años, en Tachira hay programas de radio y cuentas en redes sociales especializadas en difundir información sobre el suministro de combustibles.

Surtir hasta tres veces por semana 

Numerosas denuncias y reportajes informaron en su momento que el contrabando de gasolina era la mayor fuente de ingresos en el estado Táchira, la empresa más grande. Y quizá no estaban tan equivocados quienes opinaban de esta manera. Bastaba con asomarse a las colas de las estaciones de servicio para ver la gran cantidad de vehículos que cada noche pernoctaban para asegurar el full de su tanque. Y lo hacían, con suerte, 2 y 3 veces por semana. 

Y de repente ser taxista dejó de ser rentable o atractivo y muchas personas abandonaron sus empleos, en los que ganaban bolívares devaluados, para dedicarse de lleno al contrabando de gasolina, un negocio emergente que les permitía ganar divisas sin someter a mayor desgaste sus vehículos o sin cumplir horarios de oficina o guardias por las que ganaban muy poco. 



En estos momentos en Táchira no se distribuye combustible por terminal de placa como en todo el país, sino por terminal del llamado chip o TAG (Tarjeta de Administración de Gasolina) de Pdvsa que cada vehículo debe portar en el frontal de su parabrisas

El caso es que desde hace años los tachirenses, dada la proximidad del vecino país, llevan la etiqueta de contrabandistas de gasolina de la que no se han logrado desprender ni siquiera en la crisis actual y por tal razón es el estado donde se ha experimentado mayor tipo de mecanismos y metodologías para intentar frenar el contrabando de extracción del producto, que, en su buen momento, involucró incluso a funcionarios encargados de resguardar las fronteras del país. 

Mil controles para mil “mafias” 

Control por número de cédula de identidad, acceso a las estaciones de servicio por número de placa, restricción por registro electrónico de acceso y restricción de litraje (cupo mensual) mediante la implementación del chip de Pdvsa y lectores en el techo de las islas, repetidos censos e inspecciones de vehículos, censos de unidades por municipios (municipalización de la distribución), citas programadas personalizadas para surtir, terminal (último número) del chip de Pdvsa y hasta combinación del número de placa con el terminal del chip, sanciones y bloqueos de chip, son algunos de los métodos implementados por Pdvsa y por la llamada Mesa de Combustibles que existe en el estado Táchira, para enfrentar a las llamadas “mafias de la gasolina”. 

“Sólo falta que pidan serial de motor y chasis, tipo de sangre, Rif e inscripción militar”, escribieron los bromistas a modo de crítica en las redes sociales, cuando se enteraron que además de la placa, debía haber combinación con el terminal del chip de Pdvsa. 

Y en algunas estaciones de servicio del municipio Cárdenas, como Las Morochas, ubicada en la vía hacia Cordero, además de chequear que el vehículo tenga el terminal de chip del día, y que el titular aparezca en una lista de esa jurisdicción, exigen que el usuario presente la constancia de que fue censado en dicho municipio, en 2019. Si no la tiene consigo o no la guardó en su debido momento, no surte, y punto. 

Algunas emisoras y programas de radio tachirenses, especializados en "temas de gasolina", asesoran a los usuarios y muchas veces brindan información privilegiada y oportuna sobre la materia

Por eso en el Táchira cuando vemos cómo la crisis de la gasolina se expandió y afecta a todo el país decimos: “yo vengo del futuro”. 

Porque lo que apenas comienza a verse en el resto de la nación, aquí lo estamos viviendo desde hace más de una década. Los tachirenses llevamos más de 10 años durmiendo en largas filas para surtir gasolina. 

¡Y a nadie le importó! 

Luis Padilla Niño

Tariba_aldia@yahoo.com

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