CONEXIÓN CÁRDENAS (13-06-2022): La muerte sigue rondando las trochas binacionales


No pasa un día sin que las redes sociales y los medios de comunicación regionales reseñen la muerte o la desaparición de alguna persona que intentaba cruzar la frontera entre el estado Táchira y Norte de Santander por los pasos irregulares, conocidos popularmente como “trochas”. Recientemente un medio digital de Cúcuta que cubre este tipo de hechos, daba cuenta de unos 20 desaparecidos en menos de un mes. Las trochas más concurridas son las que se encuentran a ambos lados de los puentes internacionales Simón Bolívar, que conecta a San Antonio con La Parada (Villa del Rosario), y Francisco de Paula Santander, que desde Ureña enlaza con El Escobal. Los caminos verdes también se han convertido en escenarios de liberación de cadáveres. En algunos casos, las víctimas fueron secuestradas del lado venezolano y sus cuerpos hallados horas o días después en el lado colombiano de las trochas, con señales de haber sido ejecutados. Los pasos informales son, en definitiva, peligrosísimos. La recomendación sigue siendo que evite desplazarse por las trochas y lo haga por cualquiera de los dos puentes habilitados.

Sólo votaron 3.016 colombianos

Un elector vota en Villa del Rosario Foto: EFE

Sólo 3.016 colombianos residenciados en Venezuela, de los 125.009 habilitados por la Registraduría de ese país para votar, lograron desplazarse hasta Norte de Santander para participar en la primera vuelta de la elección presidencial, el pasado 29 de mayo. Esto representa apenas el 2,41% de los inscritos en el padrón de los consulados de Colombia en territorio venezolano, que se encuentran cerrados por razones que todos conocemos. En esta oportunidad hubo tres centros de votación dispuestos en Cúcuta y en Villa del Rosario para que los electores colombianos residenciados en Venezuela depositaran su voto. La cifra resulta muy baja, si se toman en cuenta procesos de años anteriores en los que la colonia colombiana en Venezuela tenía un enorme peso en el resultado de cada elección, de allí que resultara estratégico para los partidos motivar su participación y conquistar su voto. En esta oportunidad factores como el costo del desplazamiento desde el interior del país hasta la frontera, pudieran haber incidido considerablemente en la escasa participación. Es muy probable que la mayoría de personas que cruzaron el puente Simón Bolívar para votar el 29 de mayo, residan en el estado Táchira. Desconocemos cuál es la tendencia para la segunda vuelta, que se celebra el 19 de junio y si la participación de este grupo de electores mejorará. En todo caso, dada la cerrada disputa que se observa entre ambos candidatos, a quienes los estudios de opinión dan como “técnicamente empatados”, cada voto proveniente de Venezuela y de cualquier parte del mundo, vale oro.

El municipio “más limpio”

Algunos alcaldes se han propuesto salir del anonimato y, pese a la dificultad para acceder a recursos, se han trazado objetivos que de alguna manera le den vistosidad a su gestión. Unos brillan más que otros, o al menos, saben cómo resonar con estrategias de propaganda. El burgomaestre del municipio Junín, Jackson Carrillo Monterrey, por ejemplo, irrumpió recientemente en las redes sociales para mostrar que su gestión sí tiene qué exhibir. Su oferta inmediata es convertir al municipio que gobierna en uno de los más limpios del país. Y en comunicación política no es malo ser arrojado, trazarse metas y divulgarlas. Por años, Rubio, Bramón, Quinimarí y La Petrólea, parroquias que conforman dicho municipio, así como sus centros poblados, han estado sumidos en el más profundo abandono, hasta llegar a su peor crisis de servicios públicos. De la vialidad ni hablar. Rubio y las poblaciones vecinas llegaron a estar prácticamente incomunicadas por mucho tiempo por el avanzado deterioro de la carretera principal, pese a que es la otra vía de importancia que conduce hasta la frontera. Por eso, soñar no cuesta nada, y no luce descabellado que un alcalde quiera convertir a su jurisdicción en una de las más limpias del país. Hay que darle el beneficio de la duda al alcalde Jarckson Carrillo y apostar porque el plan “basura cero” le permita alcanzar este objetivo, que no debe ser el único. Esperamos que con el paso de tiempo muestre con orgullo muchos resultados, de esos que desea la gente. A Junín hay que hacerle muchas cosas. Los habitantes de esta parte de Venezuela merecen calidad de vida. Ojalá y de la mano de su alcalde, la ciudad “pontálida” vuelta a alcanzar el esplendor y las potencialidades que tuvo en determinado momento.

Rifas “clandestinas”: se acabó el pan de piquito


La Lotería del Táchira, que en sus mejores momentos llegó a administrar más recursos que algunos ministerios y gobernaciones, ha decidido reinventarse e impulsar un nuevo modelo de negocios, para lo cual anda buscando socios para crear centros de apuestas y comercializadoras. Según lo han explicado los mismos directivos del instituto de beneficencia, adscrito a la Gobernación del Estado Táchira, el principal problema con que se han encontrado para el desarrollo de la nueva estrategia de comercialización, es la proliferación de juegos, rifas y loterías clandestinas. Y ciertamente, de la gran cantidad de “riferos” con presencia en la entidad, algunos son provenientes de Colombia y han desarrollado sin mayores inconvenientes sus multimillonarios negocios, que por cierto, se prestan para todo. Tienen abultadas nóminas de empleados y vendedores, fijos y ambulantes, en motos y en carros y llevan varios años posicionados en el estado Táchira. Pese a que la Lotería tiene potestad o cualidad para legalizarlos e incorporarlos a su modelo, mediante la creación de agencias o centros de apuestas, no va a ser tan sencillo, ya que la “competencia” está diseñada para operar perfectamente en la clandestinidad. Hasta los sorteos son realizados en Colombia. Tenemos entendido que algunas de estas empresas de rifas llegaron a tener permiso para operar en San Cristóbal y en otros municipios. Pero por lo visto, llegó el momento de revertir todo esto.

La mayoría de rifas y sorteos que se realizan en el Táchira están "anclados" a loterias colombianas

Maquinaria en La Molinera


Los trabajos en la llamada Cuesta de la Molinera, que desde Las Vegas de Táriba conecta con El Junco, Palo Gordo, Gallardín y Toico, entraron en una fase más pesada. Pese a que la alcaldía de Cárdenas había anunciado que el tránsito por dicha vía no sería interrumpido, el estado de deterioro obligó a hacer una intervención mayor y usar maquinaria para levantar trechos completos de la capa de concreto de la regresiva. Así las cosas, de la limpieza de cunetas y drenajes y desmalezamiento de áreas verdes, se pasó a la sustitución de la placa de concreto, que se encontraba destruida en varios sectores. Y el fin de semana fue interrumpido el paso, hasta tanto culmine esta etapa. Por años, los habitantes de la zona habían acudido a todo tipo de recursos para pedirle a las autoridades municipales la recuperación de este trayecto de la cuesta La Molinera, pero ninguno se dio al menos por notificado. La poca empatía del anterior alcalde de Cárdenas quedó evidenciada, ya que nunca se molestó en al menos responderles a los vecinos, a los cardenenses que lo habían elegido. Por fortuna, las actuales autoridades municipales se avocaron a acometer la obra, que debe estar lista en los próximos días. Esta vía sirve como canal alterno cada vez que el tránsito es interrumpido en la autopista. Pobladores de Guásimos, Cárdenas y Andrés Bello que se dirigen a Pueblo Nuevo o a la parte alta de San Cristóbal, usan con frecuencia esta carretera. Y en fin, sobre el impacto de la restauración de la vía ya hemos hablado en otras oportunidades. Ojalá empleen materiales de calidad que permitan que la reparación sea duradera.


Licorerías por "la goma"

Un control estricto sobre el horario de funcionamiento, así como del cumplimiento de deberes formales para operar, vienen ejerciendo las Oficinas de Rentas y Licores de la alcaldía de Cárdenas sobre las licorerías existentes en su jurisdicción. La municipalidad autorizó la conformación de comisiones mixtas (policiales y administrativas) y ya llevan varias semanas fiscalizando cada licorería y bodegón, cuyos representantes deben estar solventes con el Fisco y tener a la vista todos los recaudos correspondientes, desde la licencia de licores hasta otros requisitos obligatorios para su funcionamiento. Varios propietarios de estos establecimientos han sido citados a sede administrativa para presentar documentos con los que no contaban al momento de la inspección. De igual modo se han aplicado multas a algunos negocios que han sido sorprendidos vendiendo luego de las 9 de la noche, que es la hora tope de cierre de las ventas de licor. Los únicos establecimientos que parecen estar “blindados” contra toda Ley, Ordenanza, medida de fiscalización y control, y denuncias por escándalos públicos, son dos “bodegones” ubicados en la Avenida 1 de Táriba. Justamente el día viernes presenciamos la anarquía vial que había en el lugar, motivado a que estacionan vehículos en ambos canales y algunos en doble fila, obstruyendo la libre circulación. Había una camioneta Toyota de color blanco estacionada sobre la acera y numerosas motos paradas de manera irregular en aceras y calzada, frente a las puertas de las casas, garajes. Etc. Un escenario que se repite cada fin de semana, pese a que las autoridades van, toman fotos para sus redes sociales y les exigen que cierren sus negocios a las 9 de la noche. En fin, la eterna historia de los “bodegones de la Av. 1”. ¿Qué tendrán esos bodegones?

Luis Padilla Niño

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Y usted no habla gocho? ¡No sea toche!