CONEXIÓN CÁRDENAS (09-05-2022): Despeje del terminal era esperado desde hace años por sancristobalenses

 


El “madrugonazo” que le dieron los organismos de seguridad a los trabajadores de la economía informal que hacen vida alrededor del terminal de pasajeros de San Cristóbal, con el fin de despejar la zona y empezar a reorganizarla, era esperado desde hace mucho tiempo por buena parte de la ciudadanía. La anarquía reinante era tal, que había convertido el tránsito automotor en un verdadero caos. Adicionalmente en este sector de La Concordia, se vienen presentando desde hace años problemas conexos como inseguridad, microtráfico y consumo de drogas y hasta la presencia de jovencitas, muchas de ella menores de edad, que ofrecen servicios sexuales públicamente. Ojalá y la medida sea permanente y se logre sanear definitivamente dicha área. Se espera también que haya acuerdos entre las autoridades y los trabajadores de la economía informal desplazados, de manera que sean reubicados en otros lugares sin que se repita el mismo escenario de anarquía.

Llegaron las cisternas

La semana que se inicia, la distribución de gasolina estará en la mira de la opinión pública. La tendencia de los últimos días a la mejora en la prestación del servicio, así como el “plan piloto” iniciado el sábado (7), son señales positivas que desde hace mucho tiempo eran esperadas por los tachirenses. En promedio, han sido habilitadas unas 40 estaciones de servicio cada día, aunque no en todos los municipios. De mantenerse la llegada de las cisternas sin ningún contratiempo, la situación debe mejorar, o al manos mantenerse al mismo ritmo de las últimas semanas. En Táchira los usuarios saben cómo son los “ciclos” de la gasolina y no es la primera vez que la alegría resulta “de tísico”. El ensayo del sábado permitió que todos los usuarios, sin importar el número de placa, pudieran surtir gasolina a precio internacional, sin que se presentaran filas kilométricas. Veremos cómo se desempeña el sector en los próximos días.

¡Que llueva, que llueva!


Por decisión de Ejecutivo nacional, la planta termoeléctrica “Don Luis Zambrano”, que es de ciclo combinado y está ubicada en la ciudad de El Vigía, estado Mérida, empezará a funcionar con gas y ya no con diesel. El anuncio lo hizo en días pasados el gobernador Freddy Bernal, quien también había informado recientemente sobre la existencia de un proyecto, en alianza con empresas de La India, para la construcción de paneles solares que a partir de 2023 empezarán a generar energía para los estados Táchira, Mérida y Zulia. Mientras tanto, la salida temporal de la grave crisis eléctrica que vive la región depende del inicio de las lluvias, lo cual debe ocurrir en dos o tres semanas. Las primeras precipitaciones ocurridas en los últimos días han permitido que los embalses aumenten sus niveles, por lo que en cualquier momento, según han expresado voceros calificados, alcanzarán la cota mínima para activar las turbinas generadoras. Mientras esto ocurre, los “cortes”, “apagones” o “administración de carga”, como lo denominan los técnicos de Corpoelec, continuarán.

Obras en barrio Zulia


Varios espacios públicos e infraestructura vial de la populosa comunidad de Barrio Zulia, en Táriba, fueron objeto de mantenimiento por parte de la alcaldía de Cárdenas y otros organismos públicos, quienes se unieron para acometer obras como pintura de brocales, reparación de sistema de iluminación, poda de árboles y de áreas verdes y recolección de maleza y de otros desechos sólidos. La cancha del sector fue objeto de mantenimiento y habilitación integral, así como la plaza del Policía. Ojalá y como parte de este plan de rescate de los espacios públicos del barrio Zulia incluyan el mantenimiento integral de la vía que desde esta zona y a través del distribuidor Patiecitos, conduce hacia el municipio Guásimos. Allí la capa asfáltica está totalmente destruida desde hace varios años. Y las filtraciones existentes, así como la lluvia, ocasionan que se forman lagunas que la hacen intransitable y de alto riesgo.

¿El Junco y Arjona pa’ cuando?


Un verdadero desastre la vía que conduce a El Junco y Arjona, en el municipio Cárdenas. No pasa un día sin que los usuarios se desahoguen en las redes sociales para expresar sus reclamos a las autoridades locales por el pésimo estado de la vialidad. Hay tramos que por su avanzado estado de deterioro, ameritan una urgente intervención, pues ya no dan para más y el tránsito de vehículos está a punto de colapsar. Personas que nos contactan expresan su decepción, ya que el plan de bacheo se inició justamente en Cárdenas, específicamente en Palo Gordo, pero luego se llevaron la maquinaria y las cuadrillas, olvidándose por completo de Arjona y El Junco. Le agregaríamos que además de las vías que conducen a estas comunidades, quedan muchas más por recuperar en este municipio, específicamente en este sector. Algunas son la regresiva que desde Las Vegas conduce al páramo; la cuesta La Molinera y prácticamente toda la Trasandina, hasta Palo Gordo. Hay mucho trabajo que hacer en este sector. La maquinaria, el asfalto y las cuadrillas deben volver cuanto antes. Miren que la gente sabe agradecer.

¿Reordenamiento urbano?

No entendemos el criterio con el que la alcaldía de San Cristóbal ejecuta el plan de reordenamiento de la ciudad. En algunos lugares han despejado los espacios públicos que habían sido invadidos por vendedores ambulantes, mientras que en otros, como en el centro de la ciudad, han optado por darle permisos a quienes se ponen al día con el Fisco Municipal, lo que ha ocasionado una proliferación inusual de tarantines, toldos, carretillas, mesas, ventas de comida, etc. El ejemplo más evidente está en los alrededores del Centro Cívico, Plaza Bolívar, Séptima Avenida y en calles contiguas, que se encuentran repletas no sólo por vendedores de verduras, de mercancía seca y de alimentos, sino también por “perreros”, mototaxistas, vitrinas y un sinfín de “corotos” y toldos que son usados para exhibir todo tipo de productos.


Lo de los verdureros no tiene nombre. Peor que en años anteriores. Sus carretas y mesas ni siquiera están en la acera, resulta que se tomaron varias calles, los dos lados de esquinas completas, formando verdaderos mercados justo en la zona donde están las paradas de las camionetas por puesto, lo que ocasiona permanentes embotellamientos con los que los sancristobalenses han tenido que acostumbrarse a lidiar. Conversamos con varios de ellos y la mayoría dice tener autorización tanto del Centro Cívico como de la alcaldía. Pagan una suerte de tasa o cuota y reciben un permiso que los autoriza a colocar sus negocios en el lugar seleccionado, sin importar que sean, por ejemplo, las aceras del Centro Cívico, donde nunca antes hubo ventas de ningún tipo. La consecuencia: anarquía total, calles colapsadas y violación de los derechos de los peatones, de los conductores y de los comerciantes debidamente establecidos desde hace años en sus locales.


Escalada de precios en Cúcuta

El Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE) de Colombia, divulgó recientemente un estudio que confirma que Cúcuta, capital del Departamento Norte de Santander, es la ciudad de ese país en la que resulta más costoso comprar alimentos y bebidas. La medición fue hecha pública por la institución el pasado 4 de mayo e indica que la inflación global llegó a 8,53% y la de alimentos a 25,3% en el último año. Sin embargo, Cúcuta destaca en el estudio por superar todos los promedios registrados por la DANE, ya que el alza en el precio de los alimentos alcanzó 30,2%, seguida por Florencia (29,4%), Popayán (29%) y Villavicencio (28,96%). Del total de ciudades evaluadas, hay 17 que se encuentran por encima de la media nacional. Este escenario ha llevado a que el alto costo de vida de los colombianos aumente de forma acelerada.

Fuente: DANE

De otro lado, nos encontramos con publicaciones de prensa y en redes sociales en el estado Táchira que han venido corroborando que, ciertamente, a los tachirenses ya no les resulta tan atractivo hacer mercado en los establecimientos de Cúcuta y Villa del Rosario, donde se puede percibir a simple vista la escalada de los precios de muchos rubros básicos que hasta hace poco eran comprados masivamente en esas localidades. A ello hay que sumarle los costos de la movilización hasta el vecino país, que también tienen impacto en la economía de quienes solían desplazarse periódicamente hasta Norte de Santander para hacer sus compras.

Luis Padilla Nño

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