Maleantes azotan alrededores de biblioteca pública L.R. Pineda; vecinos exigen intervención de la fuerza pública

En la 7ma avenida de San Cristóbal, con calle 16 y zonas próximas, viven la zozobra de la presencia desbordada del hampa. La comunidad han decidido hacer pública la denuncia

Agobiados por el toque de queda y el clima de pánico a los que los que los tienen sometidos desde hace algún tiempo un grupo de maleantes que se instaló en el sector, comerciantes y vecinos de la zona centro de San Cristóbal, específicamente de los alrededores de la biblioteca Leonardo Ruiz Pineda y alrededores, decidieron acudir a la opinión pública para ver si de algún modo las autoridades policiales y militares emprenden acciones para que la tranquilidad y el orden retornen al lugar.

Comerciantes y particulares se ven afectados por igual por la existencia en la zona de tres guaridas de delincuentes desde las que varios grupos de sujetos operan libremente sin que nadie se atreva a confrontarlos dado el riesgo que esto implica.

Bajo condición de anonimato, voceros de la comunidad identificaron los tres principales lugares que estas personas han convertido en sus centros de operaciones. Según explican, además de ser centros de acopio de objetos provenientes del delito y de consumo de drogas, estas pandillas hicieron de esos improvisados “cambuches” sus lugares de residencia.

Los lugares señalados por los denunciantes son:

1.- Biblioteca pública Leonardo Ruiz Pineda y plaza Los Enanitos. Esta escandalosa situación es conocida por todos los sancristobalenses desde hace mucho tiempo, sin embargo, para las personas que habitan y tienen sus negocios en los alrededores, el asunto se ha hecho insostenible.  Indican que los maleantes viven en “huecos” y “caletas” existentes en la infraestructura externa de la biblioteca, así como en la plaza Los Enanitos y en las ruinas de lo que una vez fue el hospital José María Vargas. Advierten que es de altísimo riesgo caminar por la zona, ya que cualquier ciudadano puede ser víctima de esos sujetos, que operan las 24 horas del día. Sus acciones criminales se extienden a las avenidas Carabobo, 7ma y 5ta, así como a las calles 15 y 16. Aseguran que se trata de las mismas personas que han desvalijado varias veces la propia biblioteca pública, tal como ha sido reseñado por los medios regionales.

2.- Casa “abandonada” en la carrera 8 entre calles 15 y 16. Hay un lugar en ruinas, aparentemente abandonado. Sin embargo, los vecinos denuncian que esta casa tiene propietario, quien la mantiene prácticamente destruida y la alquila tal como está, completamente inhabitable, a quien acepte vivir en esas condiciones. Esto ha propiciado en los últimos años que en el lugar se concentren pandillas de malvivientes que se dedican a robar en la zona y frecuentemente son vistos ingresando de su guarida con objetos de todo tipo, aparentemente producto de sus fechorías. En el lugar constantemente hay escándalos y se congregan grupos de personas a consumir drogas. Ante los reiterados reclamos por tal situación, los vecinos afectados no han obtenido más respuesta que amenazas incluso con machetes y armas de fuego.

3.- Casa invadida en la carrera 8 entre calle 16 y Av. Carabobo, en las inmediaciones de la pollera. Hay gravísimas denuncias por parte de los habitantes de esta zona del centro de San Cristóbal, ya que, según relatan, en el espacio ocupado ilegalmente opera un improvisado taller de reparación de motos, lo que da pie a la constante entrada y salida, a toda hora, de motorizados y sujetos a pie, muchos de los cuales son reconocidos maleantes de la zona que en numerosas oportunidades han robado o atacado a vecinos del lugar. Desde este sitio – explican- estos sujetos trepan al techo del supuesto taller y posteriormente se dedican a caminar por los techos de las casas cercanas, muchas de las cuales ya han sido víctimas de incursiones criminales. Para los afectados, esto resulta insostenible, pues viven en una zozobra permanente. “La gente ya no puede ni dormir tranquila, ya que en cualquier momento un malandro de estos ingresa en nuestras casas o negocios”, dicen.

Los afectados señalan un inmueble ubicado en la carrera 8 entre calles 15 y 16 como "guarida" de los azotes que operan en la zona centro de la ciudad

Las personas afectadas explican que decidieron hacer pública su denuncia ya que hay una peligrosa espiral delictiva en aumento en el sector, que impacta también a comunidades vecinas del centro de San Cristóbal.  Aseguran que, pese a que hasta hace poco había un Puesto de Atención Ciudadana (PAC) de la PNB y de Politáchira, justo frente a la biblioteca pública, en la 7ma avenida, no hubo ningún impacto en la reducción de los hechos delictivos.

La calle 16, desde la 5ta Av., hasta La Romera, en permanente toque de queda por la llegada de pandillas de azotes de barrio al sector

Además de numerosos hogares, entre los afectados por esta escalada criminal se encuentran propietarios de panaderías, supermercados, licorerías, farmacias, mueblerías, talleres mecánicos y de latonería, ventas de verdura, loncherías, funerarias, registros, bancos, marqueterías, ventas de repuestos, distribuidores de cerámicas y materiales de construcción, ventas de electrodomésticos y, en fin, numerosos comercios que, en medio de la pandemia y la crisis del país, hacen un gran esfuerzo por mantener sus puertas abiertas.

Lo que una vez fue una próspera zona comercial, hoy ve complicarse más su situación por la presencia de inadaptados que les impiden a sus habitantes trabajar y vivir en paz

Entre las actividades criminales que estas bandas cometen con más frecuencia en la zona, en especial en las avenidas 5ta, 7ma y Carabobo y en las calles 15 y 16 y sus alrededores, los afectados reportan hurtos en viviendas y comercios, robos a mano armada a transeúntes, transportistas y a comerciantes, arrebatones y desvalijamiento de vehículos.

La biblioteca pública y la plaza Los Enanitos son desde hace mucho tiempo el "aliviadero" de bandas de delincuentes que azotan a comerciantes y residentes de la zona

Aseguran además que es común ver a estos sujetos consumiendo drogas en grupos en espacios públicos, a la vista de toda persona que pase por allí. También hacen sus necesidades en dichos lugares, sin importarles nada ni nadie. “Para ellos no existe la ley”. Desgraciadamente la experiencia de quienes los han enfrentado no ha sido grata, ya que éstos operan en pandillas, así que, cuando alguna de las víctimas ha encarado a uno de sus agresores, en segundos llega el resto de la pandilla, generalmente portando armas blancas.

En la carrera 8, entre las calles 15 y la avenida Carabobo, existen dos focos dos focos desde los que se podrían estar originando una serie de hechos criminales que afectan a los residentes del sector

Ante este alarmante escenario y dado el peligro que corren sus vidas y las de sus familiares, los habitantes de este sector del centro de la capital tachirense han decidido hacer valer sus derechos como ciudadanos y se han activado para invocar la sensibilidad de los jefes policiales y militares, así como de actores políticos y de  autoridades municipales, regionales y nacionales, pues consideran que están en la obligación de cumplir con los deberes que les imponen las leyes y uno de ellos es garantizar la seguridad y el orden ciudadano.

Comerciantes y vecinos de la calle 16 e inmediaciones de la biblioteca pública realizan un llamado urgente a las autoridades policiales y militares de la región para que intervengan la zona

Luis Padilla Niño

Tariba_aldia@yahoo.com

 

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